Carga tu cruz






Solo hay una salida para los sufrimientos, pasando por ellos,
Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar.
Así que, Carga tu cruz y regocíjate en el premio.

Muletilla de moda en el idioma español, Raúl Alberto Gual Mozo

Muletilla de moda en el idioma español

Por Raúl Alberto Gual Mozo

Se nos volvió nuestro gran idioma, el español un dilema como los que llaman algunos, cada loco con su tema.

Al prender los colombianos el televisor, leer los prestigiosos periódicos, revistas y escuchar los diversos discursos que nos informan de los acontecimientos o noticias de última hora nos encontramos con el fantasma de la palabra denominada “tema”, nos fastidia a la mayoría de los televidentes y lectores, como todos, pero son todos los periodistas de los prestigiosos noticieros, columnistas y presentadores de los distintos programas de televisión, la forma como maltratan, lastiman, lesionan, hieren y laceran nuestro prestigioso idioma con la palabra “el tema”, por lo que se hace irresistible su reiterada mención en cada uno de los programas, lo que decían nuestros antepasados cada loco con su tema, hoy se volvió una muletilla del idioma español, este fantasma de “el tema”.

Se encuentran obsesionados y obstinados en castrar nuestro idioma, el cual goza de un gran número de terminologías que adornan frases y composiciones literarias, por ser demasiado rico con sus innumerables sinónimos que tiene cada vocablo, cada palabra.

Desde el principio del periodo presidencial del señor Uribe Vélez, he visto con mucha extrañeza, como nuestro Presidente y sus ministros, gobernadores, alcaldes y demás funcionarios de escala nacional, departamental, distrital y municipal han tratado de minimizar los delitos con la palabra “tema”, los grandes problemas o problemáticas con la denominación “tema”, hoy en día todo es “tema”, a todo se le dice “tema” con el fin de amortizar el impacto, lo minimizan, lo atenúan en vez de agravarlo como lo dice las normas de la experiencia y la sana critica, vuelvo y repito a la gravedad de la situación le han cambiado su denominación con tan fastidiosa palabra como se ha vuelto, el “tema”.

Hoy en día el delito de homicidio, el delito de desaparición forzada, el delito de secuestro, el delito de extorsión, el delito de concierto para delinquir, el delito de terrorismo, (delitos de lesa humanidad) el delito de enriquecimiento ilícito, el delito de peculado, el delito de cohecho en el que han incurrido o no, ciertos colombianos que ocupaban una curul en Congreso, el Presidente de la Republica lo bautizó, como el tema de la “parapolítica”, o el tema de la “Yidispolítica” y a nadie, pero es a nadie, se le oye mencionar la palabra delito y mucho menos concurso de delitos; Los funcionarios antes mencionados hay que felicitarlos por el poder de convicción tan berraco que poseen, no se sabe como hicieron para cambiar esta denominación que nuestra legislación penal ha determinado y decidido llamar delito en sus distintas denominaciones, con “el tema de la parapolítica”, y el tema de la “Yidispolítica”.

Hasta donde hemos llegado a copiarnos, que a las anteriores denominaciones se les ha cambiado su nombre exacto y preciso, las cuales, no tienen sinónimos, ni tienen otras designaciones por el fantasma del llamado tema y es por lo que puntualizo lo siguiente:

El homicidio no es un tema, es un delito; el concierto para delinquir no es un tema, es un delito; el delito de desaparición forzada no es un tema, es un delito; el delito de secuestro no es un tema, es un delito; el delito de extorsión no es un tema, es un delito; el peculado no es un tema, es un delito; el cohecho no es un tema, es un delito; el prevaricato no es un tema, es un delito y así sucesivamente.

La inseguridad no es un “tema”, existen en la inseguridad numerosos temas que se tornan en gravísimos problemas y estos se transforman en delito.

Los desplazados dejaron de ser tema para convertirse en un problema gravísimo que genera delincuencia.

Claro está que a muchas personas poco letradas y con dificultad en la oratoria se les facilitó el discurso, si los que se consideran con una charla deferente emplean el término tema en un escrito o en un programa hasta 10 veces, los anteriores lo duplican y sacan pecho al pronunciarlo.

Ahora señores funcionarios y periodistas por qué tanta repetidera de la repetidera, en el idioma cotidiano de ustedes, ahora no existe otra denominación con que llamar algo sino es con la palabra “tema”, hay que tener muy en cuenta que existen temas que pueden ser tratados como tal, cuando no son críticos, cuando comienzan a ser críticos, dejan de ser temas para convertirse en problemas o problemáticas, además existen situaciones que de ninguna forma se les pueden cambiar su denominación, “el delito es delito” aquí y en la Patagonia y no denominarse como “tema”.

Pero cuando estos diferentes delitos se someten a un estudio y análisis podría utilizarse la palabra “tema”, anteponiéndola al delito como por ejemplo “el tema en estudio “delitos contra la seguridad pública”, o el tema de los delitos “contra la fe pública, o el tema de los “delitos contra la administración pública” pero nunca por “el tema de la parapolítica”, y el tema de la “Yidispolítica”. Por qué la insistencia de omitir los distintos delitos en que hayan podido incurrir ciertos colombianos, parece que existiera cierta complicidad al respecto.

Yo les solicito más respeto a los colombianos y sobre todo a la juventud que es el futuro de nuestro país que se encuentra en el peor momento de la historia, no tratemos de minimizar o atenuar los grandes problemas delincuenciales en que vivimos, seamos serios con nuestros compatriotas no existe el “tema de la parapolítica”, ni el tema de la “Yidispolítica”, en los diferentes estrados judiciales se tramitan un gran número de procesos de corrupción por los delitos antes mencionados.

Haciendo un parangón de lo que sucede con lo anteriormente dicho se asemeja a lo que dice y establece un gran Maestro del Derecho Procesal, Colombiano y reconocido Internacionalmente que “el roscón” es el apetecido por el pobre y la ”dona” es la apetecida por el rico, y en el presente caso el Delito es el que tipifica la conducta de los pobres y el tema tipifica la conducta de los adinerados y considerados del país por su fuero y de las entrañas del Gobierno.

Que no resuciten los grandes letrados del idioma español porque volverían a morir con tanto maltrato de nuestro Idioma.

En el presente escrito, menciono la denominación tema más que las anteriores personalidades, pero lo hice para ver si me amaño a la “tema-manía” en que vivimos.

El anillo del rey

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre.
Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre.
La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.
Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un Sacerdote. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje, el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo, mantenlo escondido en el anillo.

Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

-Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía 'ESTO TAMBIÉN PASARÁ'.

Mientras leía 'esto también pasará' sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas.
Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.-¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: 'Esto también pasará', y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
RECUERDA QUE TODO PASA. Ninguna cosa, ni ninguna emoción son permanentes.
Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza.
Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

GRÁBATELO BIEN EN TU CABEZA Y EN TU CORAZÓN. 'ESTO TAMBIÉN PASARÁ'.


EL SABIO

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
Y dónde están los suyos...?

¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también... concluyó el sabio. "La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."

Y recuerda:

Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.

Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará cuánta gente recibiste en ella.

Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.

Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad. .

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.

Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.

HIJO PREFERIDO

Cierta vez preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquel que ella más amaba.

Y ella, dejando entrever una sonrisa, respondió: Nada es más voluble que un corazón de madre.
Y, como madre, le respondo:

El hijo dilecto, aquel a quien me dedico de cuerpo y alma...

Es mi hijo enfermo, hasta que sane…

El que partió, hasta que vuelva…

El que está cansado, hasta que descanse…

El que está con hambre, hasta que se alimente…

El que está con sed, hasta que beba...

El que está estudiando, hasta que aprenda…

El que está desnudo, hasta que se vista…

El que no trabaja, hasta que se emplee...

El que se enamora, hasta que se case…

El que se casa, hasta que conviva…

El que es padre, hasta que los críe…

El que prometió, hasta que cumpla…

El que debe, hasta que pague…

El que llora, hasta que calle…

Y ya con el semblante bien distante de aquella sonrisa, completó:

El que ya me dejó...

...hasta que lo reencuentre...



LAGO DE GENETSARET

Hay en Tierra Santa dos lagos alimentados por el mismo río: el río Jordán.

Están situados a unos kilómetros de distancia el uno del otro.

Pero, ambos poseen características asombrosamente distintas.

Uno es el Lago de Genetsaret, conocido también como Mar de Galilea o Lago de Tiberiades.




El otro es el llamado "Mar Muerto".

El primero es azul, lleno de vida y de contrastes, de calma y de borrasca. En sus orillas se reflejan delicadamente las flores amarillas de sus bellísimas praderas.

El Mar Muerto es una laguna salitrosa y densa, donde no hay vida y queda estancada el agua que viene del río.


¿Qué es lo que hace tan diferentes a los dos lagos alimentados por el mismo río?

Es sencillamente esto:

El Lago de Genetsaret trasmite generosamente lo que recibe. Su agua una vez llegada allí, parte inmediatamente para remediar la sequía de los campos. Sacia la sed de los hombres y de los animales. Es un agua altruista.

El agua del Mar Muerto se estanca. Se adormece. Es salitrosa. No se puede beber. Es agua egoísta, estancada, inútil.


Pasa lo mismo con las personas.

Las que viven dando y dándose a los demás, generosamente, viven y hacen vivir.

Las personas que, egoístamente, reciben, guardan y no dan, son como agua estancada. Sólo reciben, acumulan y así se fabrican una vida amarga, desdichada e infeliz.

Hay otros que dan y se dan a sí mismos con generosidad y sin esperar recompensa...

Esta gente es la más feliz de nuestro mundo.

Ruego a Dios que aquellos que hemos recibido a Cristo como nuestro Señor y Salvador adoptemos cada vez más las cualidades del lago de Genetsaret, para que seamos generosos, llenos de vida y que en nuestras vidas se reflejen delicadamente nuestras mejores cualidades.

Y que tu corazón sea como el RÍO JORDÁN, sea un RÍO DE AMOR que fluya a través de ti sin estancarse, para que se extienda a todos los habitantes de este mundo, y estos puedan ver el amor de Cristo en ti.

EL CENTRO DE LA BIBLIA

¿Cuál es el capítulo más corto de la Biblia?
R./ Salmo 117

¿Cuál es el capítulo más largo de la Biblia?
R./ Salmo 119

¿Cuál capítulo es el centro de la Biblia?
R./ Salmo 118

De hecho:

Hay 594 capítulos antes del Salmo 118
Hay 594 capítulos después del Salmo 118
Sumando estos dos números nos da 1188

¿Cuál es el versículo central de la Biblia?
R./ Salmo 118.8

“Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre”. Salmo 118.8

El canasto de carbón


El Canasto de Carbón

Se cuenta la historia de un anciano que vivía en una granja en las montañas de Kentucky oriental con su joven nieto.

Cada mañana, el Abuelo se sentaba temprano en la mesa de la cocina para leer su vieja y estropeada Biblia.

Su nieto, que quería ser tal como él, intentó imitarlo de cualquier manera.

Un día el nieto preguntó, Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta, pero yo no la entiendo, y lo que logro entender se me olvida en cuanto cierro el libro.

¿Qué hay de bueno en leer la Biblia? Preguntó el Nieto

El Abuelo, calladamente, dejó de echar carbón en la estufa y dijo:

“Toma el canasto de carbón y ve al río y tráeme un canasto de agua”.

El muchacho hizo tal y como su abuelo le dijo, aunque toda el agua se salió antes de que él pudiera volver a la casa.

El abuelo se rió y dijo, "Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió nuevamente al río con el canasto para intentar de nuevo.

Esta vez, el muchacho corrió más rápidamente, pero de nuevo el canasto estaba vacío antes de que llegara de vuelta a casa.

Ya sin respiración, le dijo a su abuelo: “Es imposible llevar agua en un canasto”, y fue a conseguir un balde a cambio.

El anciano dijo: "yo no quiero un balde de agua”; Yo quiero un canasto de agua. Tu puedes hacer eso. “Simplemente no lo estás intentando suficientemente", y salió a la puerta para mirar de nuevo al muchacho.

A estas alturas, el muchacho sabía que era imposible, pero quería demostrar a su abuelo que, aún cuando corriese tan rápido como podía, el agua se saldría antes que llegase a la casa.

El muchacho sacó el agua y corrió fuerte, pero cuando llegó donde su abuelo el canasto estaba de nuevo vacío.

Ya sin poder respirar, dijo; "¡Mira Abuelo, es inútil!"

"¿Por qué piensas que es inútil"? dijo el anciano,
"Mira dentro del canasto". El muchacho miró el canasto, y por primera vez comprendió que el canasto parecía diferente. En lugar de un sucio canasto carbonero, ahora estaba limpio.

"Hijo –dijo el abuelo - esto es lo que pasa cuando tu lees la Biblia.
Tal vez no puedes entender o recordar todo, pero cuando la lees, te cambiará el interior.

“Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón”. Hebreos 4.12

“Ustedes ya están limpios por las Palabras que les he dicho”. Juan15, 3

Chiste del anciano

Un anciano de 98 años llega al médico para su chequeo de rutina.

El doctor le pregunta como se siente.

- Nunca me he sentido mejor.- le responde
- Mi novia tiene 18 años.
Ahora esta embarazada y vamos a tener un hijo.


El doctor piensa por un momento y dice:
Permítame contarle una historia:

Un cazador que nunca se perdía la temporada de caza salió un día tan apresurado de su casa que se confundió tomando el paraguas en vez del rifle.

Cuando llega al bosque se le aparece un gran oso.
El cazador levanta el paraguas, apunta al oso y dispara.

¿A que no sabe qué pasó?
No sé. - responde el anciano.
- Pues el oso cayo muerto frente a el. - concluye el doctor.
- Imposible.... - exclamó el anciano. - alguien mas debe haber disparado.
- A ese punto quería yo llegar....

EL AGUILA


El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie.
Llega a vivir 70 años.

Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión.

A los 40 años:
Sus uñas curvas y flexibles, no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta. Su pico alargado y punteagudo, también se curva. Apuntando contra el pecho están las alas , envejecidas y pesadas por las gruesas plumas.

¡ Volar es ahora muy difícil !

Entonces el águila, tiene sólo dos alternativas:

Morir, .....

ó

Enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared, donde no necesite volar.

Entonces, apenas encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo. Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después, va a arrancar sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.

Y después de cinco meses, sale victorioso para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de ... 30 años más.

A veces nos preguntamos:

¿ Por qué renovarnos ?

En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.

Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado.

Solamente libres del peso del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado de una ......

“ RENOVACiÓN ”